Quantcast
Channel: Centímetro News
Viewing all articles
Browse latest Browse all 177

El parto de Monstruito I

$
0
0
Por fin puedo pararme a contar un poco cómo fue la historia del parto de Monstruito. Vino al mundo cuando yo estaba de 38 semanas. Creo que él era consciente de las ganas que teníamos todos de verle la cara y las que tenía yo de tenerle entre mis brazos, así que decidió hacer acto de presencia antes de lo esperado. Y la cosa fue así...
Imagen CC Marta Maudixaaaa

Era una noche oscura porque teníamos las persianas bajadas, que no me fijé si había luna o si estaba nublado. Yo estaba en la cama soñando plácidamente que estaba de parto (sí, y luego echo a la lotería y no me toca nunca, qué pasa) y esperando el siguiente despertar nocturno de Monstruita para ir al baño.

Ese despertar llegó a las 4.30 de la mañana. Así que, siguiendo mis planes, fui al baño antes de atender a Monstruita. Allí vi que se me escapaba un poco de líquido transparente. "Oh, oh, - pensé - me va a tocar ir de visita al hospital mañana porque esto parece una fisura de la bolsa". Inocente de mí...

Fui a ponerle teta a Monstruita para que conciliara el sueño de nuevo pero yo ya estaba nerviosa pensando en infecciones catastróficas y mil males más. Así que la dejé llorosa, desperté a Monstruo para que la atendiera y supiera la que se le venía encima y me puse a arreglarme. Pero, ¡ay, amiga! ¡La bolsa estaba rota del todo! El líquido amniótico empezó a escaparse a chorros pero por capítulos. Yo ya no sabía qué hacer: "¿Espero a que salga todo? ¡Pero es que no para de salir!", "¿me pongo un pañal de Monstruita? Ni de coña", "¿me pongo una compresa? Nada, eso no va a ser suficiente". Así que, al final, decidí vestirme y por lo menos, parar ese "desague" con los pantalones en lugar de ir encharcando la casa (no exagero esta vez, palabrita, que teníais que verme con la fregona por toda la casa).

Avisamos a mi hermana y procuré atender a Monstruita. Se me partía el alma pensando qué sería de sus noches mientras yo estuviera en el hospital. De hecho, fue bastante demoledor para ella y, por ende, para mí.

Por fin llegó mi hermana, rauda y veloz, y nosotros nos metimos en el coche (con un par de toallas para la menda, que seguía vertiendo líquido a espuertas, y no era plan dejar la tapicería del coche p'al arrastre).

Continuará, que si no me va a quedar un post kilométrico.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 177

Trending Articles