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A ver, hagamos recuento... |
Etapa Hospitalaria
Estuve las 48 horas de rigor al tratarse de un parto vaginal sin complicaciones (desgarro a parte). Tanto Monstruo como yo, aprendimos de las enfermeras y auxiliares durante la estancia, lo cual, está muy bien para unos primerizos con más miedo que vergüenza.
Además, supongo que fue fruto de las hormonas (o de las tropecientas barritas energéticas que me tomé antes de parir por si las moscas, que una es muy bruta y además, odia pasar hambre), yo no notaba el cansancio. Eso significa que todas las visitas que tuve (que fueron unas cuantas), no me pesaron. Monstruo no pudo decir lo mismo: estaba agotado del parto (síiii, que estar en tensión viendo cómo tu partner sufre sin poder hacer nada, solo estar de pie a su lado, es duro), y las visitas se conviertieron en una tortura para él.
Cuando por fin entramos en casa con Monstruita, la emoción me pudo y solté las lágrimas de rigor. Y tan a gusto, oye. La primera semana fue jodidilla, porque los puntos me impedían sentarme, y porque yo comprobaba que estaba más débil de lo que creía: no aguantaba más de diez minutos de pie, aunque físicamente yo no notaba nada más. Eso implicaba que tenía que pedir ayuda para un montón de cosas (y soy de las que prefieren pasar sin ella).
Tanto esa semana, como la siguiente, fueron bastante infernales, porque las visitas se juntaron, una tras otra. A mí me entraba el sueñecito tonto a las 6 o 7 de la tarde, justo cuando solían venir. Y a Monstruo también. Algunas vinieron por la mañana, así que unos cuantos nos vieron en pijama y ojerosos, c'est la vie.
Además, Monstruita lloraba mucho por lo que parecían cólicos. Aún no queríamos ponerla chupete, por mis reticencias a que lo confundiera luego con el pezón.
A esto hay que añadirle los papeleos de rigor (infierno terrenal) y las visitas médicas al pediatra, ginecólogo, etc. Además, acudí a una reunión de un grupo de lactancia por un problemilla que contaré en unas semanitas (por cierto, super recomendable acudir a una reunión de estas).
Etapa Casera, semanas 3 y 4
Cuando se le cayó el cordón umbilical a Monstruita, fue como un gran hito pasado. Por fin podíamos bañarla a gusto, y recrearnos en ello. Hasta entonces, los baños eran exprés, de un minuto a lo sumo, para que el cordón no se mojara mucho.
Las visitas se espaciaron, yo ya las disfrutaba y disfruto, y además, se me habían caído los puntos y físicamente me encontraba recuperada. Ya podía salir sola a pasear con Monstruita siempre que me diera la gana (con permiso de la señorita, claro).
Además, habiendo pasado ya unas semanas, y viendo que Monstruita mamaba y crecía feliz, decidimos probar el chupete. Y oh, milagro, qué pedazo de invento. No es que sea la panacea, pero la cosa ha mejorado bastante. Para que os hagáis una idea, Monstruita lloraba tan fuerte y tan de continuo cuando le daba por ahí, que ahora mismo está medio afónica (sí, sí... real como la vida misma).
Monstruo, al empezar a trabajar, lo pasa a peor. Se le juntan varias cosas y, además, sus horarios de sueño son poco flexibles y, por tanto, duerme poco porque no se adapta a los horarios de Monstruita.
Dicho lo cual...
Desde La Nave de V, llega este premio directo al corazón, y al blog. Como soy buena chica, he contado ya un poco de mi Monstruita, para que luego la madre de V se queje:
Como todo premio que se precie, viene cargaíto de normas, a saber:
- Coger el logo del premio y otorgárselo a su vez a aquellos otros blogueros que tienen hijos con muchas cosas que decir. Si rompes la cadena tu hijo/a cogerá una rabieta de escándalo y dos velas verdes aflorarán de sus fosas nasales.
- Y como segunda norma y última, sólo quiero que sean vuestros hijos los que se definan, los que aporten su forma de ser y pensar para tratar de entender mejor a los papás.
Comienzo con la segunda norma. Monstruita, cuéntanos cosas de ti, por favor:
- Claro, eso está hecho, mami. De mayor quiero cantar como Janis Joplin. Por eso me esfuerzo llorando a tope. Las cosas se hacen bien, o no se hacen. Después compenso durmiendo por la noche 5 horas seguidas, a veces hasta 6. Para que luego os quejéis.
- Me encanta mirarlo todo, casi ni pestañeo, no vaya a ser que pierda detalle. Y me tiro unos eructos, que ya quisiera Homer Simpson, por muchas Duff que se tome. Además, cuando tengo hipo, parezco un patito de goma. Entre eso y mis pelos a lo punky, marcando tendencia, hago que a las visitas se les caiga la baba.
- Si tengo hambre, dame de comer. Y que yo esté tranquilita, ¿eh? Que si me cabreas, no cojo la teta y la tenemos, tú verás.
- Cuando voy en el carro (lo de que me porteen aún no me gusta y me revuelvo si lo intentan, qué le vamos a hacer), parece que no me entero de nada. Pero es pisar el portal y despertarme. A ver si te crees que me engañas...
- Soy muy considerada, y normalmente hago mis cosas mientras en el pañal aunque sea mientras me cambian. Pero claro, mi vena artística pictórica necesita expresarse (no solo canto como Janis), y a veces me gusta emular a Kandinski en el panel de la cuna (donde no duermo aún).
- Cuando duermo, me gusta hacerlo sintiendo a mamá o a papá. Si me trasladan al moisés antes de que yo esté en fase "durmiendo como un aserradero entero", la monto. A veces, convenzo a mis padres para que me dejen quedarme en la cama con ellos, que se está tan a gustito... Pero no se lo digáis muy alto a los/as abuelos/as, que luego seguro que nos fríen a cosas de esas como "la niña tiene que dormir sola", "así la malcriáis" , "uy, qué mal asunto", y rollos de esos.
Gracias, Monstruita, ahora creo que los bloguer@s y demás gente de bien, te conocen un poco mejor. Y como la amenaza de la madre de V sobre las rabietas y las velas verdes (peor que las negras, dónde va a parar), me ha llegado muy jondo y me da miedo, ahí van mis premios:
Gracias, Monstruita, ahora creo que los bloguer@s y demás gente de bien, te conocen un poco mejor. Y como la amenaza de la madre de V sobre las rabietas y las velas verdes (peor que las negras, dónde va a parar), me ha llegado muy jondo y me da miedo, ahí van mis premios:
- Una princesa guisante: Por crear primero y compartir luego todas esas cosas... Pero me falta por saber cómo lleva Guisante el que su madre la meta en tantos berenjenales.
- Una maternidad diferente: Porque mira que informa de cosas interesantes... ¡pero queremos conocer a tus retoños también!
- 1 Madre in Italy: Me encantan sus historias, pero oooootra que se deja a los churumbeles en el tintero (bueno, la sigo desde hace poco, a lo mejor es que no he coincidido con el post adecuado...)
- Mi reino por un caballo: Porque no sé si tiene niños propios, pero ajenos que pasen por sus manos, me da que tiene unos cuantos, así que para que resuma lo que se cuece ;)
- Peripecias y extravagancias de una veterinaria: Porque lo descubrí hace relativamente poco, y oye, tampoco le había ningún premio antes.