Quantcast
Channel: Centímetro News
Viewing all articles
Browse latest Browse all 177

Alojamiento sin niños

$
0
0
Vaya por delante que esta entrada surge a raíz del post Only for adults, de Mamá tiene un bug, donde expresa su indignación por la existencia de alojamientos donde no se permite la entrada de niños, al haber intentado reservar en un hotel que, casualmente, pertenecía a este tipo.

A mí me pasó algo parecido en Semana Santa. Buscaba una casa rural bonita, que no fuera muy cara y que estuviera en un entorno que mereciera la pena. La encontré tras mucho mirar y muchas opciones descartadas, ¡era la casa perfecta!. Pero ¡ops! No permitían niños. Al parecer, anteriormente no tenían esta premisa pero algo debió pasar, para que cambiaran las normas. Cabreo me llevé, para qué nos vamos a engañar, pero era lo que había.

Los niños son alegres, dan vida, pero también pueden llegar a estresar o molestar simplemente jugando. Los adultos también, claro, por eso evito los alojamientos con pinta de "hotel para despedidas de solteros", "hotel barato para guiris", "hotel con animación chuliguay y bailes nocturnos", y demás. Que, oye, si pusieran "hoteles sin borrachos", yo era la primera que iba para allá. Pero no existe ninguno que se venda como tal, porque debe ser políticamente incorrecto. Es lo único que me molesta: que los "hoteles sin borrachos" sean políticamente incorrectos y los "hoteles sin niños", no.

Borracho en hotel. Una especie a evitar.
Foto: karajo real
Al final, volví a repetir la búsqueda y terminamos en una casa rural muy bonita también, con un buen entorno y tranquila. Había tres niños en una familia, además de Monstruita que, por aquellos entonces, contaba poco más de un año. ¿Hubo ruidos? Ni uno. Los niños no molestaron, y Monstruita tampoco (o eso creo).

Bien, ahora me meteré en terrenos farragosos donde expondré mi yugular por si alguien se quiere tirar a ella, que no tenga que dar mucha vuelta.

No será la primera vez, ni la última, que cualquiera de nosotros ha visto a niños correteando y gritando, alegres y despreocupados, jugando entre ellos. Claro, ¡son niños! ¿Qué esperamos que hicieran?¿Que aguantaran sin moverse en una silla tres horas estilo infanta? No, desde luego, pero hay lugares más propicios que otros para jugar. Si los padres son laxos en ese sentido, es posible que no se den cuenta de que pueden molestar. Y, claro, ¿qué haces tú, dueño del hotel Zen y Relax Total, cuando vienen cabreados el resto de los clientes, porque han pagado por horas de paz, y no la tienen? Pues, directamente, prohíbes la entrada a todos los niños, así, a lo Herodes, porque todo el mundo sabe que, muerto el perro, se acabó la rabia. Pagan justos por pecadores.

Si ya en los parques vemos como algunos progenitores pasan olímpicamente de su retoño, mientras este intenta brear al nuestro, quitarle sus juguetes, o le incrusta el dedo en el ojo impunemente, ¿qué no veremos en los hoteles, donde seguramente esos padres esperan supuestamente descansar y liberarse de los críos, dejándoles que corran y trasieguen a su libre albedrío por las instalaciones? Porque esos padres, señoras y señores, ¡también van a hoteles de vacaciones!

Por otro lado, como madre, agradezco que me avisen de que ese hotel o casa no está preparado de ninguna manera para niños. ¿Qué hago con un bebé que pide marcha, en un sitio donde no se puede tocar absolutamente nada, o sabes que hasta el más mínimo suspiro se convierte en un estruendo? No, gracias, a mí dadme sitios donde sepa que podré estar a gusto con mi hija.

Puedo imaginarme al pequeño bastardo trepando por la estatua gritando a lo Conan
Foto de Disparo Diario
Y al igual que nunca entré en ningún sitio donde no me quisieran a mí o a mis acompañantes por la vestimenta, su orientación sexual, su religión o su profesión (esto último me ha pasado, lo juro), del mismo modo no iré a los sitios que no me quieran a mi familia y a mí al completo o, simplemente, no nos convengan. Se nos olvida que, aunque están abiertos al público, esos sitios no dejan de ser negocios llevados por personas con una ideología concreta de cómo debe ser su casa, porque eso es lo que es su negocio: su casa, un sitio donde el dueño decide quién entra y quién no.

Quizá, algún día, cuando pueda dejar a Monstruita y al Por venir con los abuelos, sea yo misma la que busque ese tipo de hoteles para una escapada de porfinsolos con Monstruo.



Viewing all articles
Browse latest Browse all 177

Trending Articles