Sí, españoles e inmigrantes en España, todos estamos trabajando duramente por conseguir nuestra propia extinción según los datos que se derivan de esta noticia.
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Fuente y gráfico interactivo aquí. |
Vivimos en un país perteneciente al llamado primer mundo con uno de los mejores sistemas sanitarios públicos y una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del planeta como podemos comprobar aquí. Es decir, tenemos dinero para vivir lo suficientemente bien como para que morir de hambre sea un problema inexistente y además, ese dinero nos da para cubrir casi cualquier problema de salud que se pueda presentar en los hijos que tengamos aunque no seamos unos potentados.
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Tasas de mortalidad infantil por países. Fuente y gráfico interactivo aquí. |
Pero nos vamos a extinguir unos cuantos europeos y nosotros somos de los primeros de la lista (así como cualquier inmigrante que haya escogido nuestro "barco" para medrar).
Todo viene porque escogemos (o eso nos hacen creer) como dirigentes a personas que realmente tienen otros intereses personales bastante más acuciantes y motivadores que los de proveer de servicios y bienestar a aquellos que les pagamos.
Así que gracias a un permiso por maternidad de 16 semanas, ninguna compensación por quedarse en casa con el bebé, encareciendo las guarderías Escuelas Infantiles, sin grandes ventajas por formar una familia numerosa (que es a partir de 3 hijos en España), sin facilidades ni ayudas de ningún tipo en caso de que el hijo presente algún tipo de discapacidad, ni potenciando en las empresas políticas pro-natalidad, podemos decir que nuestros dirigentes están consiguiendo con gran eficacia que, a los que vivimos en España, nos dé bastante pereza e incluso miedo tener hijos.
Nosotros mismos también les ayudamos en esta tarea de autoextinguirnos, que también tenemos nuestra parte de responsabilidad al potenciar esa odiosa costumbre de calentar la silla, seamos empleados o empresarios, de abusar de las bajas por enfermedad (spanish picaresca y olé) o, en el otro extremo, no disfrutar los días completos de vacaciones que nos corresponden. Los empresarios, por su parte, prefieren favorecer la autoextinción con jornadas partidas con tres horas para comer (vamos, que te da tiempo a coger las sartenes y hacerte la comida en ese mismo momento), horarios estrictos sin posibilidad de variarlos ni un minuto y miedo pavoroso a que la futura madre no rinda tanto como antes, tenga o no la jornada reducida.
También trabajamos duramente por la extinción cuando potenciamos la ya nombrada spanish picaresca jugando con los precios de los pisos (tanto constructoras como particulares), o por la spanish politicojeta que secundan tratados internacionales que no es que favorezcan precisamente la conciliación familiar ni nada relacionado como es el caso del tratado que se explica en el vídeo a continuación:
Así que, señoras y señores, extinguirnos no es tan fácil pero lo estamos consiguiendo con un poco de esfuerzo por parte de todos. ¿Y tú? ¿Qué maneras se te ocurren para continuarla y potenciarla? ¿Cómo contribuyes a nuestra extinción?