Carta abierta del señor Cólico del Bebé

Hola, chicos, soy Cólico, pero podéis llamarme Co, así, en plan colegas. Hoy vengo a mostraros cómo la dominación mundial por parte de todos los cólicos caerá sobre vosotros algún día. Mis armas son sutiles a la par que efectivas y soy inmune a todo aquello que creáis que puede acabar conmigo.

Por ejemplo, me he hecho íntimo amigo de algunos pediatras para que digan que la culpa de que yo esté en los bebés es de los padres;

Sí, sí, así cualquier madre o padre que se precie del mundo occidental tirarán la toalla y se considerarán inútiles y malísimos para la crianza (suelen decir que en otras culturas yo no estoy: ja, ja, buscad la palabra cólico en distintos idiomas en el traductor de Google). Todo el mundo sabe que los bebés españoles, por poner un ejemplo, ven a su madre por Skype desde el día siguiente y si lloran, se les deja berrear hasta que revienten.

Y también me alié con algunos otros que animan a que los padres manden a sus bebés respectivos a paseo. Sí, sí, a paseo un día enterito para que descansen los padres. ¿Que un lactante de menos de tres meses necesita a su madre 24 horas? ¡Chorradas! Y con el biberón menos necesario aún. Mirad si no esta cita que tomé de aquí, de la Asociación Española de Pediatría:

Un día, señores, no una horita o dos, no un ratillo de nada, ¡un día enterito, que los padres tienen que descansar!

Por supuesto, también me he buscado influencias con los padres y madres del mundo. Por ejemplo, les he hecho creer que si le bebé llora  es para fastidiarles, chantajearles o cansarles. Entonces consigo que griten a los bebés, que se enfaden con ellos e incluso, sí, que les dejen solos hasta que se cansan y se les pasa solo. Reconoced que soy un genio.

Sin embargo, algunos pediatras, padres y madres están intentando descubrir cómo lo hago. Y no, señores, no voy a dejar que desvelen mi secreto. Sé que sospechan e intentan observar y aplicar el sentido común para comprobar qué pasa y encontrar la solución adecuada o que simplemente se arman de paciencia para afrontar el llanto infernal que provoco en el bebé durante horas. Pero afortunadamente, la mayoría siguen sin dar con con el remedio adecuado.

Como veis, solo os podéis unir a mí. Os espero en mi plan de dominación del mundo.

- Co -