Quantcast
Channel: Centímetro News
Viewing all articles
Browse latest Browse all 177

De chupetes (1ª parte)

$
0
0

John Carter y su chupete.
¿Por qué me empeño en ponerle chupete a Monstruita?

Al principio, yo era bastante reacia a utilizar el chupete, me parecía algo artificial, un engañabobos. El primer mes de vida, además, tenía clarísimo que estaba prohibido: primero, Monstruita tenía que hacerse una experta en chupetear teta, y luego ya veríamos; la opción del chupete me daba bastante grima y no me apetecía en absoluto. Me fastidiaba bastante cuando Monstruita lloraba y me decían: 'ay, pobrecita, ¿y no tiene chupete?'. A lo que yo contestaba: 'sí, pero no lo quiere'. Y es que yo probaba 'por compromiso' y al ver que Monstruita escupía el chupete, me quedaba tan feliz. Ay, ilusa...


Ilusa, sí, porque Monstruita, como buena bebé, comenzaba a ser bastante ducha en la coordinación ojo-mano, y ya se metía la mano en la boca. Hasta aquí muy bien, 'se está explorando', me diréis, y yo también lo pensaba. Pero un buen día, el 'se está explorando' pasó a ser, con pasmosa habilidad, a '¡se está chupando el pulgar para dormir!' Y claro, la primera vez, lo llamamos casualidad; cuando pasa a ser una constante, lo llamamos directamente putada.

Han de saber, señores y señoras, que servidora era de las que se chupaban el dedo. Literalmente. Y  aún recuerdo, con mis 6 añitos, intentarme quitar esa costumbre. Mi madre me compró un liquido de esos que sabía amargo para untarme en el dedo. Yo me embadurnaba como si no hubiera mañana. La idea es que, al ser amargo, no me lo chuparía. Pero por la noche, durmiendo, lo hacía de manera inconsciente, y lo sabía porque al día siguiente la boca me sabía a rayos.

Así que ahí me tenéis, con mi madre sin ni siquiera presionarme, simplemente animando (cosa que agradezco, ya bastante tenía yo), porque la que quería dejar de chuparse el dedo principalmente era YO. Lo pasaba mal, e intentaba no dormir profundo para despertarme y saber si me estaba chupando el dedo. O me envolvía el dedo con la sábana además de echarme el líquido ese. Pero día tras día, me llevaba una decepción al despertar porque descubría que me lo había chupado.

Al final, por cabezonería mía, lo conseguí. No os cuento la fiesta que es, después, llevar 3 clases de aparatos de ortodoncia distintos, a cuál más torturador. Porque claro, se me deformó el paladar, se descolocaron los dientes... Y el dinerito que cuesta, eso lo saben mis papis.

Quiero evitarle a Monstruita todo eso. Es mucho más fácil quitar un chupete, que un dedo. También cuenta, aunque en menor medida, que Monstruita me deja los pezones destrozados cuando se tira una hora utilizándolos de chupete, con lo que ello implica a la hora de la lactancia (dolor, cansancio, impaciencia, etc.)

Así que mañana lunes, publicaré un post sobre cómo estoy introduciendo el chupete.



Viewing all articles
Browse latest Browse all 177

Trending Articles